jueves, 28 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Bueno, pero, ¿Qué es la mente?

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¿Qué es la mente?

La identificación de la mente es una cuestión que ha estado en la mesa de discusión desde que se tiene memoria, actualmente, con los adelantos de la ciencia y la tecnología en todas las ramas de la ciencia, los investigadores todavía no se ponen de acuerdo en su definición.

Revisando un artículo publicado por Editorial Tharpa (España) (http://www.tharpa.es/background/que-es-la-mente.htm), podemos ver algunos conceptos que, en nuestro lenguaje no científico, puede aclararnos un poco las ideas al respecto. Todos los entrecomillados pertenecen a dicho artículo.

Aunque el debate no se termina con estas ideas, vale la pena enterarnos: “Si la mente no es el cerebro ni ninguna otra parte del cuerpo, entonces…” “Es un continuo inmaterial cuya función es percibir y comprender objetos.

La gran mayoría de los investigadores está de acuerdo en que la mente no es una parte física localizable en algún punto determinado de nuestra anatomía, “…no es un fenómeno físico y carece de forma…”, la diferencia entre el cuerpo y la mente puede fácilmente observarse, porque, por ejemplo, “Para que nuestro cuerpo llegue a la luna tiene que viajar en una nave espacial, mientras que la mente puede desplazarse a ese lugar en un instante sólo con el pensamiento.

La comprensión, apreciación y conocimiento del universo es una función de la mente, así, cuando decimos “Yo sé esto o aquello”, lo que estamos dando a entender es que “Yo lo tengo en mi mente”

El cerebro es un órgano perfectamente definido y delimitado físicamente cuyo funcionamiento ha estado descubriéndose cada vez con más claridad y del cual, esperamos en un futuro, no demasiado lejano, entenderlo en su totalidad.

Con la mente, probablemente tengamos que esperar un poco más, ya que además de la ciencia, están involucrados también sociedades, religiones, culturas, etc.

Saludos
Valram

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miércoles, 27 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Utiliza tu mente para mejorar tu salud, ¡desde ahora!

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Una de las principales razones para el uso de la meditación en nivel alfa, corresponde a las enormes posibilidades de mejoramiento de la salud que su práctica conlleva.

Partiendo de la premisa de que el cuerpo humano se ha desarrollado y llevado, durante toda su evolución, una constante y tenaz lucha cuyo objetivo es el de permanecer sano, a continuación menciono los principales pasos que producen un incremento en el nivel de salud en el cuerpo:

Paso 1. Antes de la inmersión a nivel alfa, es decir, en beta, debes comenzar a sentir que eres una persona positiva, armoniosa en tus relaciones con el entorno, afectuosa contigo mismo y con los demás; en una palabra, que te estás convirtiendo en una persona llena de amor, con todo lo que para ti signifique esa palabra.

Paso 2. Bajar a nivel alfa para que, con ese solo hecho, tu mente y tu cuerpo se preparen para su autoreparación, los sentimientos negativos y de culpabilidad tienden a desaparecer adentrándose en un estado de tranquilidad y satisfacción.

Paso 3. Mentalmente, platícate a ti mismo acerca de tu deseo de convertirte en una persona positiva, afectuosa y armoniosa en tus relaciones con el entorno.

Paso 4. Brevemente, muy brevemente, experimenta mentalmente la molestia o enfermedad que te aflige, sólo el tiempo suficiente para enfocar tu concentración en ella.

Paso 5. Borra inmediatamente la visualización del malestar y sustitúyela rápidamente con la sensación y la experimentación de un estado físico en el cual estás completamente sano. Remarca esta imagen en tu mente todo el tiempo que sea necesario, convéncete de que es tuya, de que ese sentimiento de bienestar y de salud plena es tu estado natural, porque realmente lo es.

Paso 6. Refuerza, una vez más, tu estado de armonía con el entorno mencionado en el paso 3, y finaliza el ejercicio saliendo de nivel alfa repitiendo la frase “Cada día, en todos sentidos, estoy mejor, mejor y mejor” (o la frase de deseos positivos con la cual acostumbras salir).

Saludos
Valram

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lunes, 25 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Incrementa desde hoy tu creatividad.

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Hace unos días, recibí un correo-e, de esos que todo el mundo estamos acostumbrados a recibir, con una presentación de Power Point llamada Una mente dos cerebros por © Idea Champions, 2003. Básicamente, lo que me llamó la atención es el análisis que, del proceso creativo del ser humano, aborda en el documento.

De una encuesta que realizó a diez mil personas con la pregunta: ¿De dónde obtienes tus mejores ideas?, obtuvieron los siguientes respuestas:

97%
• Bañándome
• Antes de dormir
• Cuando no hago nada
• Mientras camino
• Comunicándome
• Meditando
• Analizando
• En vacaciones
• Tomando vino
• En otras actividades diversas...

3%
• En el trabajo” (*)

¿Qué significa esto? Significa que cada uno de nuestros hemisferios tiene una función diferente, lo que se pone de manifiesto cada vez con más claridad ante los avances de la investigación científica, pero que Platón ya lo había definido hace más de dos mil años, que la mente tenía dos aspectos diferentes: “A uno de estos aspectos lo llamó ‘Logistikon’, la parte racional del ser humano. Al otro lo llamó ‘Nous’, la parte intuitiva de las personas.” (*).

El hemisferio izquierdo está relacionado con el raciocinio, con la inteligencia analítica, con la objetividad y el detalle del universo, con las medidas, con lo metódico, lo ordenado, con la exactitud, es la parte matemática de nuestra mente (aunque muchos no las entendamos), forma parte de nuestro yo científico, es sumamente lógico, ver para creer, y sus productos son “…pensamientos que son directos, verticales, sensibles, realistas, fríos, poderosos y dominantes” (*).

El hemisferio derecho está relacionado con los sentimientos, las emociones, con la inteligencia intuitiva, la imaginación, los sueños, con lo relativo, lo espiritual, con la totalidad del universo, la subjetividad, el arte, la inventiva, es sumamente simbólico, y sus productos son “…pensamientos que son flexibles, divertidos, complejos, visuales, diagonales, místicos y sumisos.” (*).

El hemisferio derecho se activa en grado sumo con las inmersiones al nivel alfa. Sigamos practicando, incrementemos nuestra creatividad, utilicemos cada vez más nuestras facultades naturales, hagámosle caso a nuestra mente y accedamos a una vida mejor.

(*) © Idea Champions, 2003

Saludos
Valram

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domingo, 24 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Utiliza tus sueños para resolver problemas

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Los sueños son muy importantes

Si alguna cosa es nuestra en esta vida, son los sueños, mis sueños son míos y solamente míos, emergen de lo más profundo de nuestra mente, espontánea y libremente, se destrozan las barreras del espacio y el tiempo, las leyes de la física dejan de tener efecto, todas las limitaciones desaparecen. Bueno, soy libre ¡perfecto! ¡soy un soñador! Vago por los espacios oníricos. Pero, y eso ¿en qué me beneficia?

Pues sí, resulta que puedes sacar mucho provecho de tus sueños. Para esto, tenemos que prepararnos y meternos de lleno al mundo de los sueños y empezar a controlarlos.

Partiendo de la premisa de que todos, absolutamente todos los seres humanos, soñamos, los recordemos o nó. Si no lo hiciéramos, tendríamos serias alteraciones mentales y emocionales.

Paso 1. Recordemos los sueños normales: Antes de dormir, haz una inmersión a nivel alfa y “prográmate” con unas frases como estas: “Voy a tener un sueño” y “al despertar voy a recordar un sueño”, y duérmete. A la mañana siguiente, toma nota de lo que sea que recuerdes de cualquier sueño que hayas tenido. Repite la operación durante varias noches hasta que sientas que ya dominas la habilidad de recordarlos.

Paso 2. Antes de dormir, en nivel beta, piensa en algún problema que pueda resolverse a través de la recepción de información e identifícalo perfectamente. Después, baja a nivel alfa, recrea el problema en tu mente y “prográmate” con una frase como esta: “Voy a tener un sueño con la información que necesito para resolver este problema, lo voy a recordar y lo voy a entender perfectamente bien”. Por la mañana, recuerda el sueño y trata de entenderlo.

La bronca más grande de las comunicaciones y avisos que nos da el subconsciente, llámense corazonadas, sueños, premoniciones, presentimientos, presagios, sospechas, etc., es su interpretación, nuestra mente no nos habla con mensajes claros, sino con imágenes y eventos, aparentemente, sin ningún significado, sin embargo, practicando los ejercicios que acabo de describir, poco a poco las “coincidencias” sobre la solución de problemas utilizando estas técnicas irán aumentando.

Saludos
Valram

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sábado, 23 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Anímate aprende a aprender más profundamente, ¡desde ahora!

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Aprendiendo conocimiento más profundo

Cuando se trata de aprender un nivel complicado de información, existe un método un poco más elaborado pero sumamente eficaz que tiene un altísimo grado de asimilación.

Suponiendo que tengas que aprenderte un artículo completo de algún tema difícil de comprender en circunstancias normales, entonces, sigue los siguientes pasos:

Paso 1. En estado de vigilia, nivel de consciencia beta, lee el artículo completo en voz alta y grábalo.

Paso 2. Baja a nivel alfa con el método de conteo regresivo. Una vez que te sientas bien entrado en nivel, presiona el botón de reproducción de la grabadora y concéntrate en escucha el artículo en tu propia voz. Si sientes que con el movimiento de tu mano, al momento de presionar el botón de reproducción, te sales un poco del nivel, regresa inmediatamente con la técnica de los tres dedos.

Paso 3. Para reafirmar el aprendizaje, repite el procedimiento después de uno o dos días después, leyendo el material en nivel beta y escuchándote en la grabación en nivel alfa. Entonces, el conocimiento será tuyo.

No dejes que la información entre y salga de tu cerebro sin atraparla, practica estas técnicas y sácales el mayor provecho posible, domina los campos de ventas, estudios, enseñanza o cualquier ambiente de trabajo en el que te desenvuelvas.

Saludos
Valram

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viernes, 22 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Anímate, aprende a aprender rápido desde ahora

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Prepárate y aprende rápidamente

Una vez que esté dominada la “técnica de los tres dedos” de José Silva (Ver Sorpréndase con las posibilidades de su memoria (http://la-mente-cuerpo.blogspot.com/2008/08/mentecuerpo-sorprndase-con-las.html) podemos tener una inmersión a nivel alfa, por debajo de los 14 Hz (hertzios), en cuestión de segundos. Probablemente no tengamos una inmersión tan profunda como la técnica de conteo regresivo, con la cual podemos bajar hasta el límite inferior del nivel alfa, alrededor de 8 Hz, incluso adentrarnos en las profundidades del nivel theta por debajo de los 8 Hz hasta los 4 Hz (Ver Ritmo cerebral de nivel alfa (http://la-mente-cuerpo.blogspot.com/2008/08/ritmo-cerebral-de-nivel-alfa_03.html).

Una vez alcanzado el nivel, tendremos un alto nivel de concentración que podemos utilizar para leer un libro, estudiar para un examen, escuchar una conferencia, etc. y tendremos, asimismo, un sorprendente nivel de aprendizaje, entendimiento y memorización, con lo cual será muy fácilmente recordado en nivel beta.

Bajando a “alfa de vigilia” ―como lo llamaría la Sra Becky de Ruy―, estaremos listos para resolver un examen, presentarnos a una entrevista de trabajo o de negocios y todas nuestras expectativas de resolver nuestros problemas de aprendizaje se alcanzarán con mucha facilidad.

Saludos
Valram

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miércoles, 20 de agosto de 2008

Modifica tu salud con afirmaciones

Por: Angel R. de Liz

Modifica tu salud con afirmaciones

La ciencia actualmente esta descubriendo la poderosa conexión entre la salud mental y corporal. Estudio tras estudio ha probado que la conexión cuerpo/mente es extremadamente fuerte. Tu nivel de creencia y fe en tu salud es una de las llaves para una mejor recuperación.

Usando afirmaciones positivas pueden ayudarte a transformar tu cuerpo desde el interior al exterior. Como puede afectar exactamente algo que piensas y dices? Todo eso tiene que ver con la composición de tu cuerpo. Todo a tu alrededor, incluyendo tu cuerpo, es solo energía acomodada en diferentes formas. Todo esta hecho con células, las cuales están hechas de átomos y por ende los átomos son energía.

Psiquiatras han observado por años que los pensamientos y emociones humanas pueden tener consecuencias inmediatas. La energía cambia dependiendo de que la rodea. Tus pensamientos, sentimientos actitudes y conductas pueden todos cambiar la energía que te rodea y la energía que te abarca es tu mejor maquillaje. Sabiendo esto, es posible afectar tu cuerpo con pensamientos y afirmaciones.

Las afirmaciones pueden cambiar tus pensamientos, sentimientos, actitudes y conductas para llevar una vida saludable y hasta sanar desde adentro. Muchos pacientes con enfermedades crónicas han tenido cambios dramáticos usando el poder de los pensamientos positivos. Las afirmaciones te ayudan a pensar positivamente y cambiar el nivel de energía en tu cuerpo y la energía que te rodea.

Usando afirmaciones para cambiar tu salud es un proceso simple relativamente. Esto no significa que pasa de la noche a la mañana, pero es muy fácil empezarlo.

Cuando usas afirmaciones para modificar tu salud, debes concentrarte en como quieres que sea, y no en los problemas que tienes. La afirmación ideal para la salud se dice en tiempo presente:

Estoy fuerte y saludable

y no esperanzado en esto:

Yo quiero estar fuerte y saludable

Si tienes un estado de salud con el que estas luchando, tomate un tiempo para escribir unas citas para una mejor salud. No te concentres en tu condición, concéntrate en tu recuperación. Una frase simple y efectiva para sanar es “Gracias por mi salud”. Cuando usas una afirmación como esta, no solo estas reconociendo tu condición. Estas conciente de que estas mejorando y en verdad sucede. Tienes fe que tu cuerpo esta sanando y la enfermedad se esta yendo.

No te frustres si no te sientes mejor de la noche a la mañana. Las afirmaciones no surten efecto instantáneamente. Tomara algún tiempo en cambiar tu nivel de energía a través de las afirmaciones.

Considera esto: estamos diseñados para resistir y “pelear” contra los problemas de salud.

Las afirmaciones requieren un tipo diferente de acercamiento. En lugar de luchar, tu estas cambiando tu energía y pensamientos por mejoras. Puede tomar cierto tiempo para superar percepciones pasadas de la enfermedad y salud.

Con el tiempo y aplicación, de tus afirmaciones saludables empezaras a cambiar tu energía a todos los niveles. Conforme empieces a mejorar tu salud a través de afirmaciones positivas, no te olvides de ser agradecido por la recuperación… así puedes atraer mas salud a tu vida.

Para: Publicalpha.com

martes, 19 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. El código fonético. Para tener una memoria privilegiada

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Normalmente, en los cursos o conferencias de mejoramiento de la memoria, el expositor, después de una introducción explicativa de los motivos y alcances, hace un ejercicio de demostración de lo que se puede lograr, pide que los asistentes le dicten unas 30 ó 50 palabras y las escribe en una pizarra, numeradas secuencialmente empezando del uno. Posteriormente, con la lista a sus espaldas y de frente al auditorio, pide que le pregunten, en orden aleatorio las palabras escritas, pueden preguntar a que número corresponde determinada palabra, etc. Él las contesta todas sin cometer ningún error. ¿Brujo?

¡No, no es un brujo!, lo que ha hecho el expositor es utilizar un método de visualización conocido como claves mnemotécnicas o claves de memoria, consiste en memorizar una palabra clave que corresponda a cada número. Por ejemplo, si el número 10 tiene la palabra clave “loro”, y una persona del público dictó la palabra “caballo”, al momento de él escribirla en la pizarra, visualiza “un loro vaquero en su cabalgadura”, o cualquiera otra imagen que involucre al loro y al caballo, entre más ridícula o estrafalaria sea la escena visualizada, más fuerte será la asociación que, entre ambas, realice la mente, de tal manera, que el conferencista difícilmente olvidará que la palabra caballo está en la décima posición de la lista, representada por el loro.

Bien, la parte difícil de este tema es asignar palabras claves a los números y aprenderlas de memoria. Además de esto, se recomienda asignar, a los primeros 10 dígitos, consonantes para poder formar palabras que nos ayuden a identificar números. Para lo cual nos auxiliaremos del código fonético.

A continuación les proporciono un extracto (pp. 19 y 20) del Breve manual de mnemotecnia de Luis Sebastián:

…“La principal dificultad que presenta memorizar un número mediante los principios mnemotécnicos estriba en cómo formarse una imagen de algo que, efectivamente, nos sirve para señalar la cantidad de algo, pero que no tiene significado en sí mismo. Es decir, para la palabra silla tenemos la imagen de un objeto de cuatro patas que sirve para sentarse, pero ¿qué imagen representa al número 718281?

El problema se solucionaría si dispusiéramos de un mecanismo que nos permitiera convertir los números en palabras, de tal forma que, recordando las palabras mediante los métodos que ya conocemos, estas nos señalaran los números que en realidad son el motivo que estamos tratando de memorizar.

Este mecanismo nos lo proporciona el código fonético.

Este sistema se basa en relacionar cada número con una serie de consonantes con las que podremos formar una palabra. Las vocales se utilizarán de comodín, sin tener otra finalidad que la de relleno para formar la palabra necesaria. La letra ‘y’ se omite por tener una pronunciación igual a la vocal ‘i’, así como la letra ‘h’ que tiene un sonido mudo (no se pronuncia).

El primer paso consiste en establecer qué consonantes asociaremos a cada número. Para ello nos valdremos de cualquier estratagema que nos recuerde, aunque vagamente, algún tipo de similitud entre la letra y el número.

Empecemos:

Uno. El número uno tiene una grafía similar a la letra t, así pues ésta será la primera consonante que asignemos. Por similitud fonética, la d se pronuncia de forma similar a la t, añadiremos también al número uno la consonante d.

Dos. Al número dos le asignaremos la letra n, por aquello de que se escribe con dos palitos. También la ñ por la misma razón.

Tres. Siguiendo con este criterio, al número tres le corresponde la letra m. También le asignaremos la w, que viene a ser muy similar a una m puesta boca abajo.


Cuatro. Al número cuatro le asignaremos su inicial, c. Por similitud fonética, añadiremos también las letras k y q.

Cinco. ¿Recuerdas como se escribía el cinco en números romanos? ¿Y el cincuenta? Así pues al número cinco les asignamos las letras v y l.

Seis. Al seis le asignaremos también su letra inicial, s, y también la z que además de tener cierta similitud de pronunciación con la s se escribe igual pero de revés.

Siete. La letra f se parece mucho a un 7 escrito a la inversa, así pues queda asignada a este número. También la letra j que se asemeja a un 7 escrito boca abajo.

Ocho. La letra g es la que más se parece escrita al número ocho. También le asignaremos la x por su similitud de pronunciación con el sonido ‘ch’ de ‘ocho’.

Nueve. Para el nueve nos reservamos las letras p y b, que además de tener un sonido similar, fácilmente nos recuerdan un 9 al dibujarse también con una línea y un círculo.

Todavía nos queda un número, el cero. No podemos emplear su inicial c por estar asignada al número cuatro, pero sí podemos utilizar su siguiente consonante, la r, que además es la última letra que nos queda libre.

Aquí hemos utilizado todas las consonantes que aparecen en nuestro abecedario, sin embargo, se quedan en el aire los sonidos que no representamos con una consonante, sino con dos. Me refiero al sonido ‘rr’ de carro, ‘ll’ de llama y también ‘ch’ de charco. Vamos a utilizarlos asignando rr al cero (igual que la r), ll al cinco (igual que la l) y ch al ocho por formar parte de la palabra que define al propio número.
” (Las negrillas son mías)

El código fonético que propone Luis Sebastián, es el siguiente:

0 ―> r, rr
1 ―> t, d
2 ―> n, ñ
3 ―> m, w
4 ―> c, k, q
5 ―> v, l, ll
6 ―> s, z
7 ―> f, j
8 ―> g, x, ch
9 ―> p, b

Más adelante, en la páginas 26 y 27, propone sus palabras clave:

1 ―> tea
2 ―> año
3 ―> humo
4 ―> oca
5 ―> ola
6 ―> oso
7 ―> hoja
8 ―> hucha
9 ―> boa
10 ―> toro

Si se dan cuenta, utiliza, para cada clave, una de las consonantes asignadas a cada número, así como los “comodines”: Vocales y la letra h. Asimismo, en la palabra clave del número 10, utiliza la t (del número uno) y la r (del cero); es decir, todo lleva la misma lógica.

Utilizando todas estas técnicas en combinación con la meditación en nivel alfa, tendrás unos resultados increíbles en el uso de la memoria.

Para terminar, les recomiendo leer completo el Breve manual de mnemotecnia de Luis Sebastián en la dirección: http://www.mnemotecnia.es/documentos/Mnemotecnia_CC.pdf, es gratis.

Saludos
Valram

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lunes, 18 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Sorpréndase con las posibilidades de su memoria

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Las enormes posibilidades de la memoria

Es increíble la capacidad de nuestro cerebro de recordar acontecimientos experimentados por nosotros, consciente o inconscientemente.

El cerebro relaciona cada uno de nuestros recuerdos con un acontecimiento ―el suceso ocurrido durante la grabación del recuerdo―, guardando en su vasta e intrincada red de enlaces neuronales, una imagen (incluyendo olores, sonidos, emociones y sentimientos) de cada ocurrencia, por muy insignificante que nos parezca. Entre más importante sea para nosotros dicho recuerdo, más vívida será la imagen almacenada. Si no me quieres creer, pregúntale a tu esposa (si eres hombre) cómo ibas vestido el día que te le declaraste. (Si eres mujer, no le preguntes nada a tu esposo, porque probablemente con trabajos recuerda el día de tu cumpleaños o el de tu boda, y este asunto mejor lo dejamos aquí, no quiero meterme en honduras).

Bien, para recordar cualquier cosa que hayamos “olvidado”, sólo bastará con bajar a nivel alfa, recrear el acontecimiento durante el cual se creó el recuerdo y listo, el recuerdo “perdido” aparecerá. Con la técnica que hemos comentado en mis publicaciones anteriores, probablemente tardaremos unos quince minutos para hacer todo el ejercicio, sin embargo, para aquéllos que ya tengan suficiente práctica y hayan logrado la inmersión contando del cinco al uno, creo que ha llegado el momento de explicarles otro procedimiento para entrar a nivel alfa de una manera más expedita, de emergencia:

Pasos para inmersión a nivel alfa a través de un reflejo condicionado

Para lograr que este procedimiento funcione adecuadamente, tendremos que repetir el ejercicio tantas veces como sea necesario. Habitualmente se tarda alrededor de una semana.

1. Bajar a alfa con el método acostumbrado: Contando de cinco a uno y respiración profunda

2. Ya en el “lugar ideal de descanso”, (leer mi artículo de cómo dejé de fumar sin esfuerzo) tomar consciencia del grado de aflojamiento alcanzado, sentir plenamente la relajación de los músculos, la profundidad de la respiración, la tranquilidad de todo el cuerpo, la plenitud de nuestras emociones y sentimientos.

3. Juntar los dedos pulgar, índice y medio de ambas manos y repetir "Siempre que una mis dedos de esta manera" ―ahora únalos― "para un propósito serio, instantáneamente alcanzaré mi nivel mental para lograr cualquier cosa que yo desee"(*). Utilizar siempre las mismas palabras, no hay razón para confundir al cerebro.

El meollo del asunto es que nuestro cuerpo relacione el status general del nivel alfa, con la unión de los dedos, de tal manera que sirva de mecanismo activador, es decir, al unir los dedos, la mente relaciona con el estado alfa e inmediatamente lo induce, de forma automática.

En mi caso particular, utilizo una frase en lugar de la unión de los dedos, acondicioné mi mente de tal manera que para bajar a alfa en forma automática, me preparo, tomo una respiración profunda y al momento de exhalar el aire me doy la orden: “Relajación total”. Es realmente increíble la sensación del paso de un estado de alerta y tensión al estado de relajación en una forma tan rápida, de repente todo el cuerpo se afloja. Normalmente lo hago sentado, aunque puede ser en cualquier posición.

Con esta técnica se puede acceder más fácilmente a buscar los recuerdos “traspapelados” en nuestro “archivero”.

A través de procedimientos mnemotécnicos es posible memorizar de una manera increíble y rápida series de números, palabras enlistadas, etc., con tal exactitud, que se puede localizar el número de la lista que corresponde a cada palabra o frase de forma aleatoria.

(*) Método de José Silva

En la próxima entrega: El código fonético para aumentar la memoria

Saludos
Valram

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domingo, 17 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. La ciencia descubre cada vez más relaciones entre la mente y el cuerpo. Decídete a manejar tu cuerpo a través de la mente.

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En su artículo Mente y cuerpo son uno, Luis González de Alba, escritor, periodista y divulgador científico de la Universidad de Guadalajara, describe como todas las emociones y sentimientos, que se perciben a través de la mente, pueden observarse en la actividad eléctrica cerebral.

Cómo “…la neurofisiología conoce buena parte del cómo: por una sucesión con este orden: el cuerpo recibe señales del exterior y de su propio interior (estímulos). Van a diversas regiones cerebrales y pueden concluir o despertar una emoción, esto es, una acción visible en el rostro, en la voz, en la postura corporal, o no visible a simple vista, pero detectable con los aparatos adecuados como cambios eléctricos en la piel y todo eso que miden los detectores de mentiras”.

A través de electroencefalogramas, tomografía computarizada, etc., se ha venido construyendo, poco a poco el mapa cerebral de las emociones y los sentimientos; se está desentrañado el misterio de cómo el cerebro realiza nuevas conexione, como se entrelazan las emociones y sentimientos actuales con los anteriores a través de la memoria y la retroalimentación. La respuesta de los órganos, tejidos y músculos internos y externos a dichas emociones y deseos que trabajan como estímulos y provocan una respuesta a las hormonas y sustancias químicas liberadas en el torrente sanguíneo gracias a los pensamientos, imágenes, deseos y emociones.

Dichos pensamientos y emociones, traen “…un cambio del propio cuerpo y el mismo es mapeado en el cerebro.” Es decir, que el cerebro hace una imagen de su propia realidad, que puede coincidir o no con la “realidad real”.

Esto es muy importante, porque yo puedo visualizar una realidad, en nivel alfa, adicionarle sentimientos y emociones, y hacer que mi cerebro la tome como cierta, sólo es necesario que yo la desee, crea en ella (en nivel alfa) y tenga la esperanza de que suceda, porque “…los sentimientos no surgen necesariamente de los estados reales del cuerpo --aunque pueden--, sino más bien de los reales mapas construidos en el cerebro.”

Es tan obvia la relación mente – cuerpo, que a veces no nos damos cuenta, pero está a la vista desde toda la vida: Si yo quiero mover una mano, pienso en ello (aunque sea inconscientemente) mi mente lanza las órdenes a través de mi cerebro, y mi mano se mueve. Hay una relación total y absoluta entre la mente y el cuerpo. La mente manda y el cuerpo obedece.

La diferencia de la respuesta de la mente - cuerpo entre los estímulos de los pensamientos positivos (bien) y negativos (mal), está perfectamente descrita en el siguiente párrafo del artículo de González de Alba:

“¿Y el bien y el mal? Buenas acciones son las que producen bien al organismo sin dañar a otros individuos. Este no es un valor exclusivamente humano: Damasio recuerda un asombroso experimento de Millar durante el cual se vio que un mono puede quedarse sin comer por varios días si descubre que la palanca que le entrega alimento, al mismo tiempo produce un choque eléctrico al mono vecino.” (Las negrillas son mías).

Si desean consultar el artículo completo de Luis González de Alba, visite http://www.comsoc.udg.mx/gaceta/paginas/407/407-12.pdf

Saludos
Valram

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sábado, 16 de agosto de 2008

Mente – cuerpo. Resolviendo insomnio por cafeína

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Insomnio por la cafeína

Aparte del cigarro, al que consideraba un problema de mayor importancia (lea mi artículo visitando: http://la-mente-cuerpo.blogspot.com/2008/08/como-deje-de-fumar-sin-esfuerzo.html), tenía yo otro pequeño problema: Por alguna razón de esas que uno no se explica, cuando, ocasionalmente, tomaba café después de las 18:00 horas, me sorprendía hasta las tres o cuatro de la mañana, sin poder conciliar el sueño. Afortunadamente, sólo era esporádicamente, para no desairar a algún amigo a quien visitaba en su casa, etc.

Después de mi encuentro con la meditación y programación en nivel alfa, decidí hacer un ejercicio para tratar de quitarme esta, más que dañina, molesta “costumbre”. Así que puse manos a la obra:

1. Hice consciente el problema en nivel beta, rememoré rápidamente la última ocasión en que perdí el sueño por tomar café después de las seis de la tarde.

2. Baje a nivel alfa, me fui a mi “lugar ideal de descanso”, cuando me sentí listo, me visualicé tomando café y me repetí la frase: “El café es un diurético, entonces, antes de acostarme, iré al baño y me sacaré la cafeína con la orina”, “Después de ir al baño, me acostaré y me dormiré tranquilamente toda la noche”.

3. Simultáneamente, me visualicé haciendo lo que la frase me decía: Tomar el café, ir al baño antes de acostarme y, después, dormirme plácidamente hasta la mañana siguiente.

4. La rutina normal de desear, creer y esperar que suceda, todo esto durante el ejercicio. Después, visualizarme con el problema resuelto, agradecer a Dios y salir del nivel alfa contando del uno al cinco. Sintiéndome mejor que antes.

Las frases anteriores las repetí tres veces en forma de instrucción a mí mismo, con autoridad, sin dejar margen de duda, como dándome yo mismo una orden que tenía que cumplir. Desde entonces, yo puedo tomar café a cualquier hora del día o de la noche sin tener ningún problema de insomnio. El ir al baño antes de ir a la cama, aunque ya lo hacía de forma regular, ha sido desde entonces una obligación.

Saludos
Valram

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Directorio de blogs de México

viernes, 15 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Utiliza el poder de las palabras en tu beneficio

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Émile Coué


“Émile Coué (1857-1926) fue un psicólogo y farmacólogo francés. Introdujo un método conocido como la psicoterapia, que es una técnica de curación y auto-mejoría que se basa en la autosugestión de la hipnosis. Se le conoce como el padre del condicionamiento aplicado. Coué aprendió acerca de la hipnosis por Ambroise-Auguste Liébault, el fundador de la Escuela de Nancy. En 1913 Coué fundó la Sociedad de Psicología Aplicada de Lorraine. Introdujo un nuevo método, el auto-comienzo de la autosugestión consciente, del cual escribió un libro. Modificó la teoría de Abbé Faria proponiendo que para que la autosugestión fluyera de la mente, uno tenía que alimentarla primero: repitiendo palabras o imágenes como autosugestión para la mente subconsciente, uno puede condicionar su mente. Después, la mente condicionada, es capaz de producir un comando autogenerado cuando la situación lo requiera. Su muy conocido mantra, ‘Día tras día, en todos los aspectos, me va mejor y mejor’ es conocido como Couéismo, o el método de Coué, y depende en gran parte de la repetición de la fórmula.” (Wikipedia, la enciclopedia libre).

Las negrillas son mías, lo hago para resaltar que desde hace muchos años era conocido y aplicado al mantenimiento de un cuerpo sano, las palabras y las imágenes, a través de una sugerencia de mejoría constante repetida unas veinte veces al día, y daba como resultado un alto índice de curaciones en sus pacientes.

Existen dos principios en los que se basa el método de Coué:
1. Sólo se puede pensar en una sola cosa a la vez
2. Al concentramos en un pensamiento, éste “se convierte en realidad porque nuestro cuerpo lo transforma en acción”.

Pues bien, con una frase parecida al mantra de Coué, pero aplicada (una sola vez) cada vez que haces un ejercicio en nivel alfa, tienes un resultado igual o mayor de benéfico, puesto que estas palabras, utilizada en niveles meditativos (que no usaba Coué), tienen una influencia mucho más poderosa.

Recomiendo utilizar las frases de José Silva: "Cada día, en todos sen­tidos, estoy mejor, mejor y mejor" en combinación con "Los pensamientos negativos y las sugestiones negativas no tienen influencia al­guna sobre mí en ningún nivel mental"

Saludos
Valram

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jueves, 14 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. La fuerza de las palabras a tu favor

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Si un amigo te platica que fue a una carne asada y te detalla sobre los pormenores de cómo, estando la parrilla bien caliente sobre las brasas, colocaba la carne en el asador, esparcía sal con ajo sobre ella, acomodaba las cebollitas alrededor, etc., pues resulta que al mismo tiempo que se desgranan sus palabras con el relato, tu mente ya está visualizando la escena, de tal manera, que tu boca ya está salivando y hasta hambre empieza a darte.

Bueno, pues resulta que también las palabras tienen un efecto tremendo en la relación mente-cuerpo. En el supuesto del párrafo anterior, la escena no es real para ti, es un cuento o narración que nada tiene que ver contigo, pero para tu cerebro funciona como si fuera real y empieza a dar instrucciones de prepara el cuerpo para la ingesta de unos sabrosos tacos de carne asada y es tangible para ti, sientes como empieza a “hacerte agua la boca”.

Nuestro cerebro interpreta las palabras de una manera no muy astuta, más bien las interpreta de una manera muy literal, si le dices que te estás comiendo un limón, éste supone que realmente te estás comiendo un limón y empieza a dar instrucciones, pone al cuerpo en funcionamiento, después de todo, él está a cargo.

Si resulta que “sacar la basura es un dolor de cabeza” o “lavar los trastes me enferma”, pues ¡aguas! con las insinuaciones que le estás dando a tu cerebro, aunque, afortunadamente, las sugerencias negativas encuentran mucha mayor resistencia en la respuesta cerebral que las positivas, al final, si estos pensamientos son muy repetitivos, puedes llegar a convencer a tu cerebro que sí, que quieres un dolor de cabeza o alguna contraer alguna enfermedad.

Si las frases las utilizamos en nivel alfa (o más profundo) y le agregamos una alta dosis de sentimiento, las sugerencias a nuestro cerebro se convierten en órdenes muy poderosas que podemos a usar en nuestro beneficio.

Existe otro factor que es importante señalar, además de la interpretación muy literal que hace el cerebro a las palabras: La mayoría de los investigadores coinciden en que la palabra NO es ignorada: Es decir, si yo digo “no quiero enfermarme”, el cerebro interpreta “quiero enfermarme”, elimina de la frase la palabra NO. Esto significa que hay que utilizar únicamente frases positivas y decir “quiero permanecer siempre sano”, la cual es equivalente a la anterior. Las frases que usemos en nuestros ejercicios a nivel alfa, deben ser cuidadosamente seleccionadas.

Saludos
Valram

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miércoles, 13 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Pero, ¿De verdad la imaginación afecta nuestro cuerpo?

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En mis entregas anteriores he mencionado repetidamente que hay que utilizar la imaginación, usar visualizaciones mentales, etc., para alcanzar mayores posibilidades de éxito en nuestros ejercicios en nivel alfa. Pero realmente ¿es cierto que la imaginación tiene tanta influencia en la relación mente–cuerpo?

Bueno, piensa en un caso hipotético, probablemente en alguna ocasión ya nos ha pasado algo parecido: Vas caminando por la banqueta de una calle cualquiera, vas tranquilamente, muy quitado de la pena. Piensa que pasas por delante de una casa con rejas y algunas plantas de su jardín están muy juntas a ellas. De pronto, ves una sombra que se mueve entre las plantas y de momento, de forma muy rápida, te imaginas que es un perro y que va a atacarte.

En ese momento tu sistema nervioso ordena una serie de acciones inmediatas encaminadas a la defensa, la más notable es la instrucción, a las glándulas suprarrenales, de inyectar cantidades cada vez mayores de adrenalina en tu torrente sanguíneo, el cual la transporta a las partes del organismo que protagonizarán el estado de alerta máxima, se genera un aumento de la presión cardiaca enviando mayor cantidad de sangre a tus piernas, hay vasoconstricción en la piel, se acelera el ritmo de tu respiración incrementando el abasto de oxígeno a tus músculos y al cerebro, las pupilas se dilatan. Tu cuerpo está listo para pelear (mejor dicho, para huir), te retiras apresuradamente de la reja, tal vez des un brinco.

Después de toda esta reacción, de toda esta afectación de tu organismo, resulta que no era nada, no había un feroz can dispuesto a devorarte, no era cierto, no era real, era una falsa alarma; sólo la sombra de una rama que el viento movió.

¿Entonces? ¿Qué pasó? Pues no pasó nada, solamente creíste verlo, te imaginaste que venía sobre ti. Lo que si pasó, fue que tu mente, con sus sistemas automáticos, actuó, afectó todo tu organismo, el sólo hecho de imaginar, desató toda una elaborada respuesta en tu cuerpo, que involucró casi todos tus órganos.

Aunque este hipotético caso nunca te suceda, la realidad es que a miles de personas les ha sucedido algo parecido (entre ellos yo), un susto por nada, entonces puedes tener toda la seguridad de que la imaginación sí tiene una respuesta determinante en el funcionamiento de tu organismo, es decir, la mente manda sobre el cuerpo.

No dejes de realizar ejercicios en el nivel alfa, utilizando cada vez más la imaginación y la visualización de eventos encaminados a resolver tus problemas.

Saludos
Valram

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martes, 12 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. Resolviendo problemas con nivel alfa

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Una vez que tengas la suficiente práctica en bajar a alfa, que ya estés utilizando la cuenta regresiva de cinco a uno y que utilices tu escenario (pantalla o como le llames) mental, utilizas las visualizaciones con cierta “soltura”, es un buen momento para empezar a hacer ejercicios útiles que te ayuden a resolver problemas cotidianos.

Sigue los siguientes pasos:

1. En nivel beta (nivel consciente, de vigilia), selecciona un problema menor, algo que sea real (no inventes nada), algo sencillo, algo con lo que puedes vivir pero que te gustaría mejorar, no seas muy ambicioso, y piensa en un evento que sea posible que puede ocurrir y que signifique la solución a ese problema planteado. Ejemplo: Quieres que a tu esposa (o esposo) se le pase el malhumor de los últimos tres días.

2. Baja a nivel alfa, revive, lo más detalladamente posible, una escena en la que se haya manifestado el problema a resolver, vuelve a sentirlo por algunos momentos, visualízalo tan vívidamente como te sea posible.

3. En tu escenario mental, desplaza dicha escena hacia la derecha y deja que se difumine, que desaparezca lentamente fuera del escenario, que deje de ser actual y que se haga historia. Al mismo tiempo, visualiza, entrando a tu escenario, la película de lo que será el día de mañana: Tu esposa (o esposo) recibiendo buenas noticias, rodeado por ti y tus hijos, sonrientes y alegres.

4. Arrastra esta última escena hacia la derecha e introduce otra desde la izquierda que la reemplace. Tu esposa (o esposo), está ahora feliz, contenta, tan agradable como siempre, con el problema planteado ya resuelto. Visualízalo tan vívidamente como te sea posible y recréate en ella. Deséalo, créelo y espéralo. Agradécelo al infinito.

5. Sales de la inmersión a nivel alfa del uno al cinco sintiéndote completamente despierto y mejor que antes.

Bueno, no te podría explicar cómo funciona, pero, haciendo esto, algo en el ambiente se pone a trabajar y aumenta considerablemente las posibilidades de solución de los problemas. Estas soluciones no están garantizadas y te juro que no siempre funcionarán, pero los buenos resultados aparecerán y si lo manejas cotidianamente, te darás cuenta que estos resultados irán, poco a poco, incrementándose en cantidad, los obtendrás cada vez más en mayor número. Si eres perseverante, llegará el día que los resultados obtenidos te sorprendan verdaderamente.

Cada resultado positivo que logres, guárdalo en tu memoria y utilízalo en sesiones futuras como referencia de que la comunión entre tu mente y tu cuerpo funciona, así, cada vez que intentes la solución de otro problema, empieza por visualizar, brevemente, el mejor de tus logros previos.

Saludos
Valram

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lunes, 11 de agosto de 2008

Mente-cuerpo. El nivel alfa y sus reglas

También aquí hay reglas

Una de las cosas más interesantes de todo este asunto, es que nosotros podemos dirigir nuestros esfuerzos a mejorar, a nuestro favor, el entorno ―y las circunstancias― en el cual nos desenvolvemos, sin embargo, hay que seguir, y es muy importante hacerlo, ciertas reglas: Desear, creer y esperar.

1. Desear (que suceda). Es imperativo, obligado, desear, de todo corazón, que el evento suceda.

2. Creer (que puede suceder). Es necesario tener la creencia de que el evento puede suceder.

3. Esperar (que suceda). Debemos tener la esperanza de que el evento suceda.

Consideraciones

Las visualizaciones en el nivel alfa, deben ser la herramienta principal, junto con las reglas mencionadas para lograr el éxito de nuestras intenciones, al final, debes visualizar el evento como ya sucedido y agradecerlo, a quien quieras, a Dios, al cosmos, a las once mil vírgenes, a la mente universal, a la ciencia, etc., a lo que sea en que tú creas.

El deseo, la creencia y la esperanza de que suceda el evento, tienen que ser razonables y positivos: Si deseo que a mi enemigo le caiga un meteorito y me lo quite de encima, lo más seguro es que no funcione. Si deseo, antes de una entrevista, que mi cliente esté más susceptible a mis recomendaciones, esto sí es un deseo, razonable y positivo, que creo y espero que puede suceder. Los deseos negativos o que involucren la intención de causar algún daño, por alguna extraña razón, créanlo, no funcionan, no pierdan el tiempo, no vale la pena; es más, lo más probable, en este caso, es que te hagas daño tú mismo.

Todas estas reglas deben cumplirse durante los ejercicios a nivel alfa. Si después, al salir de la inmersión, ya en beta, no creemos, somos escépticos, no importa, no tiene nada que ver, no afectan.

Saludos
Valram

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domingo, 10 de agosto de 2008

Un paso más en nivel alfa

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Demos otro pequeño paso en nuestra exploración y conocimiento práctico de la comunión entre la mente y el cuerpo.

Piensa en algo, cualquier cosa, que suponga un momento de búsqueda, por ejemplo (puede ser cualquiera): Vas saliendo de tu oficina y te das cuenta que no llevas el celular. Sabes que no está perdido pero, de momento, no recuerdas el lugar donde lo dejaste.

Bueno, no importa, regresas a tu sillón (o en el asiento de tu automóvil), bajas a nivel alfa (del cinco al uno, porque ya tienes la suficiente práctica, tu cerebro ya aprendió), visualizas el último momento que recuerdes que lo tuviste en la mano, vuelve a experimentar ese momento y, poco a poco, adelanta el tiempo hasta el momento y el sitio donde lo dejaste. Tu celular estará ahí, salvo que haya sido “guardado” por otra persona, entonces tienes otro problema que también podemos intentar resolver, con muchas probabilidades de éxito, con técnicas que veremos más adelante.

Importante: Cada vez que nosotros tenemos un éxito, por pequeño que éste sea, el cerebro guarda una especie de archivo de procedimientos, una bitácora, que contiene toda la información que utilizó para lograr ese éxito: Imágenes, sentimientos, procesos cerebrales internos ―conscientes e inconscientes―, todo lo que hizo para lograrlo, absolutamente todo.

Recomendación. Cada vez que tengamos la necesidad de resolver un problema a través del nivel alfa, antes de hacer el ejercicio, hay que recordar y evocar el último éxito obtenido para que nuestro cerebro se predisponga a ello, haga un ejercicio de “calentamiento”, que se ponga alerta, que prepare su entorno interno para resolverlo, que recuerde cómo hacerlo.

Saludos

Valram

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sábado, 9 de agosto de 2008

Continuando con la meditación en nivel alfa

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Aunque hay varios métodos de inmersión a nivel alfa, la cuenta regresiva demanda concentración que es la mejor forma para entrenarnos y alcanzar nuestros objetivos. Poco a poco nuestra mente “se acostumbra” y se va formando un reflejo condicionado que automatiza el procedimiento.

Continuando con el aprendizaje, te sugiero el siguiente ejercicio: Antes de bajar a alfa, haz remembranza de alguna circunstancia agradable, de cualquier cosa que te haya sucedido recientemente, revívelo en tu mente; a continuación, baja a nivel alfa y proyéctalo con todos los detalles que puedas: Colores, sonidos, personajes, sentimientos, etc.

Este es el primer paso para empezar a relacionar la realidad con nuestros estados de visualización a nivel alfa. Nuestro cerebro va tomando nota, empieza a aprender, tú empiezas a tomar consciencia de que puedes manipularlo, ya puedes trasladar, conscientemente, un hecho real y concreto a tu teatro mental en un nivel de funcionamiento cerebral en el cual, normalmente, estás inconsciente o dormido y durante el cual, tu mente tiene mucha influencia en tu cuerpo, tanta, que no es recomendable dejarlo completamente solo.

Al terminar el ejercicio, toma nota de la diferencia que existe entre el recordar un suceso en nivel beta, y la remembranza detallada que hacerlo en nivel alfa.

Saludos

Valram


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viernes, 8 de agosto de 2008

Empezando a trabajar en nivel alfa

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Es muy importante, desde el primer momento de alcanzar el nivel alfa, utilizar y practicar la visualización. Sin pretender que esto sea un curso de meditación, espero poder, poco a poco, comentarles sobre mi experiencia y lo que he logrado investigar sobre el tema, llevando un cierto orden, no necesariamente a rajatabla, de lo más sencillo a lo más complicado.

Como lo he comentado con anterioridad, durante nuestra inmersión en alfa es de suma importancia la visualización, practicarla, practicarla y seguirla practicando, hasta que se nos haga automática, es como aprender a andar en bicicleta, no importa cuántas veces caigamos, al final nunca se nos olvida.

Para ayudarnos con esa práctica, se “inventa”, en principio, una pantalla mental como las de cine, grande, rectangular, blanca, que debe visualizarse delante de nosotros que sirve para proyectar en ella nuestras imágenes y visualizaciones. Como cada cabeza es un mundo, a mi me funciona mejor, más que una pantalla, una tarima de teatro, tridimensional, en donde yo puedo situar mis actores, a todo color.

Bien, no importa cual procedimiento utilices, pero es muy importante utilizar siempre el mismo, una vez que lo defines, utilízalo para toda la vida.

Una vez inicializada la pantalla, podemos a empezar a dirigir nuestras visualizaciones mientras seguimos practicando la inmersión al nivel alfa, mientras vamos bajando el conteo de para bajar a alfa de cien a uno, cincuenta a uno, veinte a uno, diez a uno y finalmente cinco a uno. Lo que nos puede llevar algunas semanas.

Hay que empezar por algo sencillo, proyecta algo bien conocido, una flor, una cuchara, un vaso de cristal, alguna fruta, cualquier cosa en la que te puedas recrear examinándola, concéntrate en verla, sus dimensiones, su color, su textura, rodéala y examínala por todos lados, atraviésala y explórala por dentro. Haz todo lo que puedas y quieras, no pienses en otra cosa.

Pero –¡Huy que problema!, mi mente divaga demasiado-; bueno, esto es muy natural, no te desesperes, no te alteres, no te enojes, lo que pasa es que tu cerebro no está entrenado, deja pasar las distracciones y regresa a lo tuyo, con suavidad, todas la veces que suceda, ya verás que cuando menos esperes, tu cerebro estará a tu servicio.

Cada vez que bajes a alfa, en este período, utiliza sólo un elemento de visualización, cámbialo con cada sesión y poco a poco, puedes ir aumentando la complejidad de tu objeto. Ten paciencia, no te precipites, sé perseverante, porque yo así, dejé de fumar sin broncas.

Saludos

Valram

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domingo, 3 de agosto de 2008

Como bajar a alfa. Comunión entre la mente y el cuerpo


El método

1. Preparación: Colocarse en una posición cómoda, de preferencia sentado, en una silla confortable ―aunque puede ser acostado pero corre el riesgo de quedarse dormido―, abandone sus brazos y manos sobre su regazo ―algunos prefieren adoptar la posición de la flor loto―, de preferencia mantenga su cabeza erguida y la espalda recta y empiece, conscientemente, a relajar cada parte de su cuerpo concentrándose en ellas: Piense y sienta su pié izquierdo, aflójelo, más flojito que quede como desmadejado. Siga con la pierna izquierda, haga lo mismo, después el muslo izquierdo, pásese al lado derecho y aflójelo, también por partes, recorra su cuerpo relajando cada parte conscientemente de abajo hacia arriba, hasta llegar al cuello, cara, ojos y cuero cabelludo.

2. Bajando a alfa: Dirige tu vista hacia arriba, enfócalos, fija tu vista en algún un punto en la pared, o en el techo, o lo que sea que tengas enfrente, por encima del nivel de tus ojos. Este solo hecho hará que tus ojos tiendan a cerrarse; ciérralos, no tengas miedo, no te va a pasar nada, y empieza, con tranquilidad, lentamente, con respiraciones pausadas y profundas, concentrado, a contar, también lentamente, del cien al uno. Esto te tomará aproximadamente unos cuatro minutos. Cuando llegues al uno, con toda seguridad y sin ningún género de dudas, estarás en nivel alfa y, estará también, plenamente consciente, y esto es lo más importante.

Para que tu mente aprenda y automatice el método, debes practicar esto unas dos o tres veces por día durante por alrededor de unos quince minutos por, aproximadamente, una semana; después, usas el mismo método pero disminuyendo el conteo de cincuenta a uno, veinte a uno, diez a uno hasta llegar a contar del cinco al uno.

3. La salida: Una vez que quieras terminar el ejercicio, es recomendable usar siempre el mismo procedimiento, con algunas frases que deben repetirse, tú puedes inventar las tuyas, no es cosa de mucha sofisticación, pero siempre con pensamientos positivos y de mejoramiento. Yo me imagino subiendo a la superficie desde el fondo de una piscina, obviamente en mi imaginación no me estoy ahogando o algo por el estilo, al contrario, después del clavado, siguiendo las burbujas, lentamente te acercas a la superficie, la vez venir a tu encuentro, mientras cuentas del uno al cinco y me digo “voy subiendo, estoy por salir y me sentiré completamente alerta y despierto”. Debes sincronizar el conteo para que, al llegar a cinco, coincida con tu salida a la superficie, en ese momento, abrir los ojos y repetir la letanía: “Estoy completamente despierto y me siento mejor que antes”.

Es muy importante, desde el primer momento de alcanzar el nivel alfa, utilizar y practicar la visualización. Sin pretender esto sea un curso de meditación, espero poder, poco a poco, comentarles sobre mi experiencia y lo que he logrado investigar sobre el tema, llevando un cierto orden, no necesariamente a rajatabla, de lo más sencillo a lo más complicado.

Este es el nivel de la mente que he usado para resolver algunos problemillas como dejar de fumar ―tema de mi anterior artículo―, dejar el insomnio que me provocaba el tomar café después de las seis de la tarde. He oído de personas que han hecho logros increíbles ―creo que no es mi caso―. José Silva lo llama meditación dinámica y dice que tiene un poder que es verdaderamente espectacular, con decirles que ―según él―, hasta se puede llegar a leer la mente, cosa que yo no he hecho ni siquiera pretendido, pero, en fin, Cosas veredes, Sancho...

Saludos
Valram

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Ritmo cerebral de nivel alfa. Antecedentes

Pero, ¿Qué es el nivel alfa?

Desde hace mucho tiempo, probablemente desde principios del siglo pasado, o antes, en algunos entornos científicos se sabía que el cerebro funciona con electricidad y con las mediciones de esta electricidad generada por el cerebro, a través de gráficas con el electroencefalógrafo (EEG), se descubrió que había diferentes frecuencias o número de ondas por segundos (herzios para los entendidos) en los diferentes ritmos en que trabaja nuestro cerebro.

A saber, no se ha inventado el agua tibia ni el hilo negro, nuestro cerebro, y probablemente también el de los animales, ha trabajado así durante miles de años. Lo que si se inventó fue la clasificación de la actividad natural del cerebro en cuatro niveles según la frecuencia de su actividad eléctrica:

Nivel beta: Caracterizada por una actividad eléctrica con frecuencias que varían entre los 30 y los 14 Hz, se corresponde, básicamente, al estado de vigilia, de alerta, de razonamiento, cuando uno está despierto, consciente de sí mismo. En el nivel beta es donde ha transcurrido casi toda mi vida que recuerdo.

Nivel alfa: El cerebro baja un poco la frecuencia de su actividad eléctrica quedando entre 14 y 8 Hz., cuando uno está a punto de dormirse, cuando ya se le cierran los ojos, si está sentado da cabezadas, se está a punto de perder la consciencia. O al revés, cuando estamos a punto de despertar por la mañana, es ese punto indefinido en que uno ni está dormido, pero no acaba de despertar.
Se da también en vigilia. Cuando uno lee un libro y está muy concentrado, lo más probable es que esté en nivel alfa. Es cuando uno aprende más mientras estudia, se produce un estado de relajación o vigilia tranquila.

Nivel theta: Seguimos bajando, la frecuencia de la actividad eléctrica cerebral está entre 8 y 4 Hz, ahora sí, podemos decir que estamos definitivamente dormidos, nuestra consciencia está ida, no nos damos cuenta de nada, nuestro cuerpo está abandonado a la inconsciencia, nuestro sueño es profundo.

Nivel delta: Hemos tocado fondo, ya no podemos bajar más, nuestro cerebro mantiene una actividad de 4 Hz y menores de frecuencias eléctricas. Se produce en las fases más profundas del sueño, nos puede atropellar un tren y no nos damos cuenta.

Conociendo estos antecedentes, varios investigadores han desarrollado técnicas para lograr acceder a nivel alfa con plena consciencia, de tal manera que, aprovechando la disposición del cuerpo de aceptar sugerencias de la mente, podamos sacar provecho práctico de ello.

En mi siguiente entrega daré a conocer uno de los mejores métodos para lograrlo y algunas sugerencias para llegar a dominarlo en corto tiempo.

Saludos

Valram

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Como dejé de fumar sin esfuerzo

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Como empieza el problema


En mi caso, todo empezó en la escuela Preparatoria, aunque he sabido de otros muchos que empiezan todavía más jóvenes. Mis compañeros de la escuela -algunos llegaron a ser buenos amigos-, los "más avanzados" me invitan a probarlo, total uno quiere ser hombre y uno de los estereotipos del "hombre de mundo", su imagen, es casi siempre con un cigarro en la mano, despreocupado ante la vida, fumando voluptuosamente y obviamente uno quiere hacer lo mismo.

La consciencia del problema

Con el tiempo, el fumar se hace costumbre -cuando menos uno lo piensa así- y es tan natural como el comer, el dormir, hacer deporte, etc.

En realidad, más que costumbre, se hace un vicio que, cuando menos acuerdas, no te lo puedes quitar de encima. Ignoro otras experiencias, en cuanto a los síntomas que lo hacen consciente, pero supongo que todos son muy parecidos.

Al hacer deporte, en mi caso -principalmente jugaba básquetbol-, empecé a notar mi baja de rendimiento, el aire "no me alcanzaba", sobre todo, después de las acciones más violentas y disputadas del juego, algunos dolores en la espalda, no en la columna, sino más profundos, al respirar hondo. Mis amigos me decían -no te preocupes, es por el cigarro- ¡Ah bueno, menos mal, al cabo que uno "puede dejar de fumar cuando quiera"!

Los primeros intentos de dejar de fumar

Con el tiempo, empecé a preocuparme, no demasiado, porque uno es joven y tiene muchas expectativas sobre la vida, pero empecé a buscar las maneras de dejar de fumar.

Según amigos y conocidos, la mejor manera es dejar de fumar "de pronto", abandonarlo de repente, no hacerle caso, decirle NO. Lo intenté y parecía que podría hacerlo, una vez duré hasta tres meses, -¡Perfecto, ya la hice!-. Sin embargo, de manera casi sin quererlo, después de semanas de abstinencia, se presenta la ocasión de fumarte "sólo uno", y, cuando menos acuerdas, ya estás nuevamente echando humo "como chacuaco".

Hay otros procedimientos que intenté: Dejarlo poco a poco, de 20 al día, ir disminuyendo a 15, 10, 7, 5 y así hasta abandonarlo. Hice promesas a mí mismo, a Dios, a Jesucristo, a las Once mil vírgenes, grandes esfuerzos de voluntad, etc. Nada funcionó.

Lo que sí funcionó y ni cuenta me di

En una ocasión, pasando unos días de vacaciones en Guadalajara, me invitaron a una conferencia de sicología sobre el funcionamiento de la mente y su injerencia sobre el cuerpo y su funcionamiento. El señor Ruy habló extensamente sobre el tema y me convenció de tomar una capacitación con Becky de Ruy, su esposa.

Primero, aprendí a "bajar a alfa" que es un estado mental de alta concentración -el estado beta es el nivel consciente del raciocinio, existen, además, theta y delta- en el cual, según se ha demostrado experimentalmente la actividad eléctrica del cerebro tiene una determinada frecuencia característica. En ese estado, uno puede "programar" su cuerpo a través de la mente.

Procedimiento para bajar a alfa

Este método no es tema del presente artículo, sólo lo menciono someramente como referencia importante del ejercicio que me ayudó a dejar de fumar. En otras entregas mandaré, más detalladamente, el procedimiento completo que he utilizado para "bajar a alfa".

1. Colocarse en una posición cómoda, de preferencia sentado -aunque puede ser acostado-, con los párpados cerrados, dirigir los ojos hacia arriba, en un ángulo aproximado de unos 20 grados -se supone que eso ayuda a inducir el nivel alfa-.

2. Con tranquilidad, lentamente, con respiraciones pausadas y profundas, concentrarse a contar, también lentamente, del cien al uno -esto es cuando uno empieza, después, con la práctica, contando del cinco al uno es suficiente-. Cuando llegues al uno, con toda seguridad estarás en nivel alfa. Es relativamente fácil identificarlo, se siente uno relajado, tranquilo, algunos sienten sus extremidades pesadas, otros las siente livianas.

Cuando yo hice el ejercicio para dejar de fumar, ya dominaba este procedimiento y tenía algunas semanas de bajar a nivel alfa.

El ejercicio para el programa "deja de fumar"

Todos estos pasos son llevados a cabo en el nivel alfa y a través de la imaginación:

1. Bajé a alfa y me fui a mi "lugar ideal de descanso", que consiste en un lugar imaginario en donde siempre me siento perfectamente bien y tranquilo.

2. Una vez ahí -siempre utilizando la imaginación- me vi a mí mismo en perfecto estado de bienestar y encendiendo un cigarro. Me visualicé sintiéndome perfectamente bien, fumando. Es muy importante el uso de la imaginación, mas bien es lo más importante.

3. Siguiendo con las visualizaciones, después de encender el cigarro, al cabo de algunas "chupadas", me imagino que me empiezo a sentir incómodo, de repente, que el cigarro me sabe mal. En ese estado, hay que imaginar y creer como si estuviera pasando en la realidad, al cabo que con la imaginación uno puede hacer lo que quiera, aunque después, al salir de alfa, uno sea un no creyente, no hay problema, no afecta, no tiene importancia, la mente tiene sus propias formas de hacer las cosas.

4. Cuando empiezo a imaginar que siento las primeras incomodidades, veo el cigarro en mi mano y lo tiro, lo aviento a unos tres metros y regreso a mi estado anterior de bienestar y tranquilidad. Me quedo unos minutos disfrutándolo y luego salgo de alfa.

5. Repetí este mismo ejercicio tres veces más, uno cada tercer día y me olvidé del asunto.

Resultados

Al principio, no pasó nada, absolutamente nada, seguí echando humo y así pasaron algunos días, las primeras semanas; obviamente, yo no creía mucho en estos procedimientos y menos entonces que mi vicio ni se enteró de la trampa que le había puesto.

Sin embargo, aproximadamente un mes después, no recuerdo el lugar ni la situación, pero hallándome disfrutando de un sabroso y aromático cigarrillo, aún me quedaba como la mitad, cuando, de repente, sin previo aviso, sin yo pedirlo, sin pensarlo conscientemente, sin llamadas a los dioses, sin ningún esfuerzo de mi parte, me sorprendió un sabor raro en el humo del cigarro en mi boca, me incomodó, no me supo bien y pensé -¡Este p... cigarro está malo!- y, sin más, lo tiré, lo aventé, cayó como a tres metros de mí y se me quitó el malestar.

Pasaron algunas horas sin sentir la necesidad de fumar -¡Ah cabr..! Esto sí que está raro-. Pero, el cigarro, como todos los vicios, no es fácil de vencer y la necesidad regresó y allá va Raúl, va de nuevo, volví a encender un cigarro.

Pasó nuevamente en varias ocasiones: El mal sabor, tirar el cigarro, estar sintiéndome bien varias horas sin necesitar fumar. En el transcurso de unos tres a cinco días, sucedió esto cada vez más rápido después de encender un cigarrillo y empecé a fumar menos frecuentemente, de tal manera, que cuando menos acordé, resultó que cuando me disponía a encender uno, desde ese momento, ya no me sentía bien y ¡dejé de fumar!

Para finalizar

Llevo muchos años sin fumar, gracias a Dios, pero este procedimiento ha funcionado tan bien y ha sido tan permanente, que, a diferencia de otros métodos, me ha permitido "reincidir" sin volver a caer en el vicio. Digo "reincidir", porque en el transcurso de los años, he vuelto a fumar, en algunas ocasiones muy especiales, a un ritmo aproximado de un cigarrillo cada cuatro o cinco años.

No he vuelto a sentir esa necesidad apremiante de tener que fumar para tranquilizarme o para tener algo en la mano o para dejar de sentir ansiedad, etc., es más, si alguien fuma en mi entorno próximo, me siento mal, no me cae bien.

Espero que este artículo les haga ver a los que todavía fuman, que aún hay esperanzas.

Pretendo seguir haciendo entregas sobre los procedimientos detallados de cómo lograr estos estados mentales (alfa y otros más profundos como theta y delta) y aplicarlos a nuestra vida diaria.

Saludos...

-Valram

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sábado, 2 de agosto de 2008

Estrés, ocasiona daños en el cuerpo y la mente

Por: Sirena_Blanca

El estrés es todo reclamo físico o psicológico que se le hace al organismo; si no se atiende puede ocasionar lesiones en el cerebro.

¿Quién no ha padecido alguna vez de estrés? Esta palabra se suele utilizar muy a menudo en nuestros días. Estar “estresado” se confunde muchas veces con una alteración física o psíquica producida por problemas en el entorno personal, acoso en el trabajo, sobrecarga de situaciones emocionales, etc. Pero el estrés, en su acepción médica más rigurosa, es una dolencia que si no se ataja a tiempo puede provocar fuertes daños en el cuerpo y la mente.

El estrés es todo reclamo físico o psicológico que se la hace al organismo y, en sus fases más graves, lesiona el cerebro e incluso produce degeneración neuronal.

El signo de alarma de que se padece estrés pasa por tres fases : Alarma de reacción, cuando el cuerpo detecta el estímulo externo. Adaptación, cuando el cuerpo toma contacto contra medidas defensivas frente al agresor. Agotamiento, cuando al cuerpo empieza a flaquear y disminuyen las defensas. Esta situación afecta en primer lugar al cerebro, el gran órgano vital de las emociones. El sistema nervioso se altera, las hormonas se liberan, los sentidos se ponen en guardia, el pulso se acelera, la respiración jadea y los músculos de todo el cuerpo entran en fase de tensión y rigidez.

Desde hace tiempo, los especialistas ven una relación directa entre los episodios estresantes y los problemas en el entrono personal, familiar o laboral.

El llamado acoso en el trabajo, “mobbing”, es últimamente una de las mayores causas y está contempla penalmente por ley. Una excesiva presión en el ambiente laboral, jefes despóticos y situaciones de acoso provocan reacciones nocivas físicas y emocionales frente a los recursos del trabajador. Las crisis en el terreno personal, ruptura de lazos familiares, pérdida o enfermedades de seres queridos y cualquier situación emocional que altere nuestro organismo desemboca inevitablemente en el estrés.

En la actualidad, existen muchos estudios y datos clínicos que evidencian alteraciones considerables en el cerebro, en función de la intensidad, duración y características del sujeto estresado.

Estas incluyen lesiones más o menos graves y reversibles, hasta una degeneración neuronal importante. Los posibles efectos perjudiciales están relacionados con los niveles de hormonas glucocorticoides que pueden acarrear graves problemas en el hipocampo, una zona cerebral importante en los procesos del habla, aprendizaje y memoria.

Los últimos tratamientos para combatir el estrés se centran en la terapia psicológica que, de no ser casos ya muy avanzados y agudos, pueden sustituir a los fármacos psiquiátricos, de efectos secundarios. La homeopatía y los productos de la llamada medicina natural son muy aconsejables, porque no bloquean el sistema nervioso, no causan secuelas y suelen ser muy beneficiosos. El daño neuronal puede verse mejorado con sustancias y productos extraídos de plantas como el hipérico, la melisa o el romero, que son potentes antioxidantes. Todas las curas anti-estrés, basadas en técnicas de relajación, masajes, talasoterapia y técnicas psico-somáticas son favorables para combatir las situaciones del paciente.

La fuerza de voluntad del sujeto afectado es primordial para un avance en la curación y salida progresiva de la tensión emocional. El fomento de la autoestima, una dieta equilibrada, ausencia de tóxicos como tabaco y alcohol, el ejercicio moderado y deportes no agresivos son también beneficiosos en este adiós al estrés, la gran enfermedad del vertiginoso ritmo de vida de nuestros días, pero que con tratamiento adecuado se puede combatir y vencer.

Mas sobre estres en: http://estressalud.blogspot.com/

Articulo anterior de este autor: El daño que causa el estrés infantil

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La Mente y las Afirmaciones

Por: Angel R. de Liz

La naturaleza de la mente y las afirmaciones.

Por que funcionan las afirmaciones? Esa es una pregunta dura, pero una que es importante. Algunas personas no les importa porque funcionan las afirmaciones; ellos simplemente se sienten cómodos sabiendo que funcionan. Sin embargo otros buscan una explicación del poder de las afirmaciones.

Las afirmaciones son un proceso en el que programas deliberadamente tu mente para que funcione de cierta manera. Para entender que significa esto, necesitas primero entender que tu mente trabaja de dos maneras diferentes.

La parte consciente es en la que tu mente opera para ayudarte con las labores cotidianas. Esta muy relaciona con las cosas materiales y el mundo a tu alrededor. Has notado alguna vez, un monologo que de manera continúa esta en tu cabeza durante el día? Por ejemplo:

“Está bien, primero tengo que ir a la tienda, luego regresar a lavar los trastes. Oh! Ahí está la tarjeta de cumpleaños que estaba buscando. Me pregunto si debería mandarla ahora mismo. Eso me recuerda que tengo que comprar estampillas. Mejor lo pongo todo en una lista…”

Y así sigues y sigues. Ese es tu consciente trabajando. Tienes control directo sobre tu mente consciente. Es la parte de la mente que usas para coordinar tu cuerpo y tus pensamientos.

Pero hay otra parte de tu cerebro, sin embargo, que no está bajo tu control. El subconsciente opera a niveles más profundos. Esta porción de tu cerebro se encuentra sujeta a un medio “no físico”. Tiene conexión con tus emociones, incluyendo el entusiasmo, miedo y motivación

Tu subconsciente trabaja en automático. No está bajo tu control directo, pero responde en la manera en la que la programaste antes. Esta programación ocurrió mientras tú crecías con los eventos y las emociones que experimentaste. Cuando tienes el impulso interno de hacer algo y que no puedes dejar de pensar en ello, es la evidencia de que tu subconsciente está trabajando.

Así que , todo esto que tiene que ver con las afirmaciones? Tu subconsciente controla tu vida. Aunque tu consciente está ahí para las cosas cotidianas, tu subconsciente es quien realmente lleva a cabo los efectos a gran escala de quien, que, donde y como en tu vida. Para poder poner tu subconsciente a trabajar a tu favor, tienes que “programarla” para que lo haga. La programación puede ocurrir con el uso de las afirmaciones.

Cualquier cosa que se repite en el nivel consciente de tu mente (como las afirmaciones) eventualmente hará que el nivel subconsciente se programe. Hasta este momento durante toda tu vida has experimentado una gran cantidad de programación. Cualquier actitud, conducta o eventos que se repitieron constantemente en tu vida han ido programando tu subconsciente.

Por ejemplo, tu mama siempre te recompensó un trabajo bien hecho con una galleta o un trato tierno. Mientras ibas creciendo, esto te paso cientos si no es que miles de veces. Tu subconsciente desarrollo una conexión entre recompensarte y comer dulces . Esta conexión no está del todo mal, pero puede representar un problema si lo que tratas de perder eso peso.

Puedes además recibir programación provenientes de creencias y actitudes, si cuando eras niño constantemente te dijeron “la gente rica es pecadora” tu subconsciente hará todo lo que esté en su poder para evitar que te hagas rico. Aun cuando a un nivel consciente sepas que ser rico no es malo, el poder de tu programación te ganara siempre.

Es aquí donde las afirmaciones entran en juego. Repetir declaraciones positivas acerca de los cambios que quieres ver en tu vida reprogramaran tu subconsciente. Puedes usar tu consciente para repetir las afirmaciones una y otra vez hasta hundir a tu subconsciente. De ahí, tu nueva creencia se convertirá en parte de tu conducta automática.

Para: Publicalpha.com