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El reloj despertador
El siguiente ejercicio es muy útil, y sorprendentemente preciso, para programar la hora en que tenemos que despertar al día siguiente. El momento de hacerlo es justamente al acostarse para dormir:
Paso 1. En nivel beta, ver el reloj y hacer consciencia de la hora exacta.
Paso 2. Continuando en nivel beta, cerrar los ojos y visualizar, lo más nítidamente posible, el reloj, y, recreando sentimientos de descanso, adelantarlo con la imaginación dándole vueltas, lentamente, a la manecilla del minutero y detenerlo exactamente a la hora que se tenga programado la hora de despertar. Sentir que se despierta completamente despejado, completamente descansado y en perfecto estado de salud.
Paso 3. Bajar a nivel alfa con cuenta regresiva de del diez al uno (Ver Cómo bajar a alfa) y disfrutar algunos momentos en tu “lugar ideal de descanso”.
Paso 4. Ya bien entrado en el nivel alfa, repetir meticulosamente la secuencia de visualizaciones relacionada en el Paso 2 y, para finalizar, ya una vez que sientas que tu mente grabó perfectamente tus instrucciones, regresar a tu “lugar ideal de descanso”, y de ser posible, quedarte ya, plácidamente dormido.
Normalmente, durante la noche, una persona completa alrededor de cinco ciclos de sueño de, aproximadamente, 90 minutos cada uno, es decir, nuestra jornada de descanso dura alrededor de siete horas y media.
De ser posible, es recomendable proyectar, con este ejercicio, un sueño que dure múltiplos de 90 minutos, con el objetivo de que nuestra hora programada para despertar, sea, lo más aproximadamente posible, al término de un ciclo completo de sueño, porque es, en ese momento, en que nuestro cuerpo está más preparado para despertar de forma natural. (Ver Movimiento ocular rápido)
Saludos
Valram
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lunes, 10 de noviembre de 2008
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