martes, 19 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. El código fonético. Para tener una memoria privilegiada

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Normalmente, en los cursos o conferencias de mejoramiento de la memoria, el expositor, después de una introducción explicativa de los motivos y alcances, hace un ejercicio de demostración de lo que se puede lograr, pide que los asistentes le dicten unas 30 ó 50 palabras y las escribe en una pizarra, numeradas secuencialmente empezando del uno. Posteriormente, con la lista a sus espaldas y de frente al auditorio, pide que le pregunten, en orden aleatorio las palabras escritas, pueden preguntar a que número corresponde determinada palabra, etc. Él las contesta todas sin cometer ningún error. ¿Brujo?

¡No, no es un brujo!, lo que ha hecho el expositor es utilizar un método de visualización conocido como claves mnemotécnicas o claves de memoria, consiste en memorizar una palabra clave que corresponda a cada número. Por ejemplo, si el número 10 tiene la palabra clave “loro”, y una persona del público dictó la palabra “caballo”, al momento de él escribirla en la pizarra, visualiza “un loro vaquero en su cabalgadura”, o cualquiera otra imagen que involucre al loro y al caballo, entre más ridícula o estrafalaria sea la escena visualizada, más fuerte será la asociación que, entre ambas, realice la mente, de tal manera, que el conferencista difícilmente olvidará que la palabra caballo está en la décima posición de la lista, representada por el loro.

Bien, la parte difícil de este tema es asignar palabras claves a los números y aprenderlas de memoria. Además de esto, se recomienda asignar, a los primeros 10 dígitos, consonantes para poder formar palabras que nos ayuden a identificar números. Para lo cual nos auxiliaremos del código fonético.

A continuación les proporciono un extracto (pp. 19 y 20) del Breve manual de mnemotecnia de Luis Sebastián:

…“La principal dificultad que presenta memorizar un número mediante los principios mnemotécnicos estriba en cómo formarse una imagen de algo que, efectivamente, nos sirve para señalar la cantidad de algo, pero que no tiene significado en sí mismo. Es decir, para la palabra silla tenemos la imagen de un objeto de cuatro patas que sirve para sentarse, pero ¿qué imagen representa al número 718281?

El problema se solucionaría si dispusiéramos de un mecanismo que nos permitiera convertir los números en palabras, de tal forma que, recordando las palabras mediante los métodos que ya conocemos, estas nos señalaran los números que en realidad son el motivo que estamos tratando de memorizar.

Este mecanismo nos lo proporciona el código fonético.

Este sistema se basa en relacionar cada número con una serie de consonantes con las que podremos formar una palabra. Las vocales se utilizarán de comodín, sin tener otra finalidad que la de relleno para formar la palabra necesaria. La letra ‘y’ se omite por tener una pronunciación igual a la vocal ‘i’, así como la letra ‘h’ que tiene un sonido mudo (no se pronuncia).

El primer paso consiste en establecer qué consonantes asociaremos a cada número. Para ello nos valdremos de cualquier estratagema que nos recuerde, aunque vagamente, algún tipo de similitud entre la letra y el número.

Empecemos:

Uno. El número uno tiene una grafía similar a la letra t, así pues ésta será la primera consonante que asignemos. Por similitud fonética, la d se pronuncia de forma similar a la t, añadiremos también al número uno la consonante d.

Dos. Al número dos le asignaremos la letra n, por aquello de que se escribe con dos palitos. También la ñ por la misma razón.

Tres. Siguiendo con este criterio, al número tres le corresponde la letra m. También le asignaremos la w, que viene a ser muy similar a una m puesta boca abajo.


Cuatro. Al número cuatro le asignaremos su inicial, c. Por similitud fonética, añadiremos también las letras k y q.

Cinco. ¿Recuerdas como se escribía el cinco en números romanos? ¿Y el cincuenta? Así pues al número cinco les asignamos las letras v y l.

Seis. Al seis le asignaremos también su letra inicial, s, y también la z que además de tener cierta similitud de pronunciación con la s se escribe igual pero de revés.

Siete. La letra f se parece mucho a un 7 escrito a la inversa, así pues queda asignada a este número. También la letra j que se asemeja a un 7 escrito boca abajo.

Ocho. La letra g es la que más se parece escrita al número ocho. También le asignaremos la x por su similitud de pronunciación con el sonido ‘ch’ de ‘ocho’.

Nueve. Para el nueve nos reservamos las letras p y b, que además de tener un sonido similar, fácilmente nos recuerdan un 9 al dibujarse también con una línea y un círculo.

Todavía nos queda un número, el cero. No podemos emplear su inicial c por estar asignada al número cuatro, pero sí podemos utilizar su siguiente consonante, la r, que además es la última letra que nos queda libre.

Aquí hemos utilizado todas las consonantes que aparecen en nuestro abecedario, sin embargo, se quedan en el aire los sonidos que no representamos con una consonante, sino con dos. Me refiero al sonido ‘rr’ de carro, ‘ll’ de llama y también ‘ch’ de charco. Vamos a utilizarlos asignando rr al cero (igual que la r), ll al cinco (igual que la l) y ch al ocho por formar parte de la palabra que define al propio número.
” (Las negrillas son mías)

El código fonético que propone Luis Sebastián, es el siguiente:

0 ―> r, rr
1 ―> t, d
2 ―> n, ñ
3 ―> m, w
4 ―> c, k, q
5 ―> v, l, ll
6 ―> s, z
7 ―> f, j
8 ―> g, x, ch
9 ―> p, b

Más adelante, en la páginas 26 y 27, propone sus palabras clave:

1 ―> tea
2 ―> año
3 ―> humo
4 ―> oca
5 ―> ola
6 ―> oso
7 ―> hoja
8 ―> hucha
9 ―> boa
10 ―> toro

Si se dan cuenta, utiliza, para cada clave, una de las consonantes asignadas a cada número, así como los “comodines”: Vocales y la letra h. Asimismo, en la palabra clave del número 10, utiliza la t (del número uno) y la r (del cero); es decir, todo lleva la misma lógica.

Utilizando todas estas técnicas en combinación con la meditación en nivel alfa, tendrás unos resultados increíbles en el uso de la memoria.

Para terminar, les recomiendo leer completo el Breve manual de mnemotecnia de Luis Sebastián en la dirección: http://www.mnemotecnia.es/documentos/Mnemotecnia_CC.pdf, es gratis.

Saludos
Valram

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