domingo, 17 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. La ciencia descubre cada vez más relaciones entre la mente y el cuerpo. Decídete a manejar tu cuerpo a través de la mente.

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En su artículo Mente y cuerpo son uno, Luis González de Alba, escritor, periodista y divulgador científico de la Universidad de Guadalajara, describe como todas las emociones y sentimientos, que se perciben a través de la mente, pueden observarse en la actividad eléctrica cerebral.

Cómo “…la neurofisiología conoce buena parte del cómo: por una sucesión con este orden: el cuerpo recibe señales del exterior y de su propio interior (estímulos). Van a diversas regiones cerebrales y pueden concluir o despertar una emoción, esto es, una acción visible en el rostro, en la voz, en la postura corporal, o no visible a simple vista, pero detectable con los aparatos adecuados como cambios eléctricos en la piel y todo eso que miden los detectores de mentiras”.

A través de electroencefalogramas, tomografía computarizada, etc., se ha venido construyendo, poco a poco el mapa cerebral de las emociones y los sentimientos; se está desentrañado el misterio de cómo el cerebro realiza nuevas conexione, como se entrelazan las emociones y sentimientos actuales con los anteriores a través de la memoria y la retroalimentación. La respuesta de los órganos, tejidos y músculos internos y externos a dichas emociones y deseos que trabajan como estímulos y provocan una respuesta a las hormonas y sustancias químicas liberadas en el torrente sanguíneo gracias a los pensamientos, imágenes, deseos y emociones.

Dichos pensamientos y emociones, traen “…un cambio del propio cuerpo y el mismo es mapeado en el cerebro.” Es decir, que el cerebro hace una imagen de su propia realidad, que puede coincidir o no con la “realidad real”.

Esto es muy importante, porque yo puedo visualizar una realidad, en nivel alfa, adicionarle sentimientos y emociones, y hacer que mi cerebro la tome como cierta, sólo es necesario que yo la desee, crea en ella (en nivel alfa) y tenga la esperanza de que suceda, porque “…los sentimientos no surgen necesariamente de los estados reales del cuerpo --aunque pueden--, sino más bien de los reales mapas construidos en el cerebro.”

Es tan obvia la relación mente – cuerpo, que a veces no nos damos cuenta, pero está a la vista desde toda la vida: Si yo quiero mover una mano, pienso en ello (aunque sea inconscientemente) mi mente lanza las órdenes a través de mi cerebro, y mi mano se mueve. Hay una relación total y absoluta entre la mente y el cuerpo. La mente manda y el cuerpo obedece.

La diferencia de la respuesta de la mente - cuerpo entre los estímulos de los pensamientos positivos (bien) y negativos (mal), está perfectamente descrita en el siguiente párrafo del artículo de González de Alba:

“¿Y el bien y el mal? Buenas acciones son las que producen bien al organismo sin dañar a otros individuos. Este no es un valor exclusivamente humano: Damasio recuerda un asombroso experimento de Millar durante el cual se vio que un mono puede quedarse sin comer por varios días si descubre que la palanca que le entrega alimento, al mismo tiempo produce un choque eléctrico al mono vecino.” (Las negrillas son mías).

Si desean consultar el artículo completo de Luis González de Alba, visite http://www.comsoc.udg.mx/gaceta/paginas/407/407-12.pdf

Saludos
Valram

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