jueves, 14 de agosto de 2008

Mente–cuerpo. La fuerza de las palabras a tu favor

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Si un amigo te platica que fue a una carne asada y te detalla sobre los pormenores de cómo, estando la parrilla bien caliente sobre las brasas, colocaba la carne en el asador, esparcía sal con ajo sobre ella, acomodaba las cebollitas alrededor, etc., pues resulta que al mismo tiempo que se desgranan sus palabras con el relato, tu mente ya está visualizando la escena, de tal manera, que tu boca ya está salivando y hasta hambre empieza a darte.

Bueno, pues resulta que también las palabras tienen un efecto tremendo en la relación mente-cuerpo. En el supuesto del párrafo anterior, la escena no es real para ti, es un cuento o narración que nada tiene que ver contigo, pero para tu cerebro funciona como si fuera real y empieza a dar instrucciones de prepara el cuerpo para la ingesta de unos sabrosos tacos de carne asada y es tangible para ti, sientes como empieza a “hacerte agua la boca”.

Nuestro cerebro interpreta las palabras de una manera no muy astuta, más bien las interpreta de una manera muy literal, si le dices que te estás comiendo un limón, éste supone que realmente te estás comiendo un limón y empieza a dar instrucciones, pone al cuerpo en funcionamiento, después de todo, él está a cargo.

Si resulta que “sacar la basura es un dolor de cabeza” o “lavar los trastes me enferma”, pues ¡aguas! con las insinuaciones que le estás dando a tu cerebro, aunque, afortunadamente, las sugerencias negativas encuentran mucha mayor resistencia en la respuesta cerebral que las positivas, al final, si estos pensamientos son muy repetitivos, puedes llegar a convencer a tu cerebro que sí, que quieres un dolor de cabeza o alguna contraer alguna enfermedad.

Si las frases las utilizamos en nivel alfa (o más profundo) y le agregamos una alta dosis de sentimiento, las sugerencias a nuestro cerebro se convierten en órdenes muy poderosas que podemos a usar en nuestro beneficio.

Existe otro factor que es importante señalar, además de la interpretación muy literal que hace el cerebro a las palabras: La mayoría de los investigadores coinciden en que la palabra NO es ignorada: Es decir, si yo digo “no quiero enfermarme”, el cerebro interpreta “quiero enfermarme”, elimina de la frase la palabra NO. Esto significa que hay que utilizar únicamente frases positivas y decir “quiero permanecer siempre sano”, la cual es equivalente a la anterior. Las frases que usemos en nuestros ejercicios a nivel alfa, deben ser cuidadosamente seleccionadas.

Saludos
Valram

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